Mis canciones favoritas de Mogwai

Hace ya muchos años, cuando era un chaval empezando su etapa de instituto y no tenía muy claras mis tendencias musicales, me dejaba guiar por las influencias de los más mayores, de mi hermano, o mi primo, o mis amigos. Un poco por efecto rebote empecé a escuchar grandes bandas icónicas de rock o heavy metal como Metallica, Iron Maiden, Red Hot Chili Peppers, System Of A Down, o Linkin Park. Pero no fue hasta que conocí a Mogwai, que mi mente se abrió a la experiencia de oír música que te transportase a otros lugares. Sí, todas esas bandas estaban bien para llenarse de energía, pero Mogwai era otra cosa totalmente diferente. Era un viaje, un recorrido, una burbuja en la que entrabas y ya no podías salir. Y si salias, ya no eras el mismo de antes.

Así fue como conocí el post-rock. Ese género musical que tantas cosas ha aportado a mi vida y a mi personalidad. Me enamoré del post-rock, y Mogwai fue el culpable de ello. Porque un día, sin recordar ya cómo, los encontré de alguna forma. Su música llegó a mí. Encontré en ellos todo un abanico de posibilidades musicales que hasta entonces desconocía, y me lancé de cabeza a ese selecto grupo de gente que ama el post-rock y lo siente y lo vive en sus entrañas con una devoción ferviente. Por eso hoy quiero hablaros de ellos y hacer un repaso a las que, bajo mi humilde punto de vista, me parecen las mejores canciones de toda su carrera.

5. I Know You Are But What Am I

Me encanta el título de esta canción. Ese es otro punto para que me guste tanto. Mogwai siempre ha sabido dar títulos muy interesantes a sus temas. Este me parece uno de los más curiosos; «Sé qué eres tú pero qué soy yo». Como la gran parte de su carrera musical es solo instrumental, los títulos de las canciones juegan un factor importante para intentar desentramar qué es lo que quieren contar con cada una de ellas. Esta da pie a muchas interpretaciones.

Pero hablemos de la música de este tema, que se encuentra en el cuarto álbum de su carrera; Happy Songs for Happy People (2003), el cual considero uno de sus mejores trabajos. Creo que esta es una de las creaciones más tranquilas e intimistas de la banda escocesa. El piano es la base, por supuesto, pero también encontramos esa percusión electrónica y los pequeños timbres que parecen de xilófono que acompañan a las mil maravillas el telón de fondo. Es un tema cálido y sosegado que sube y baja en intensidad a lo largo de cinco minutos preciosos, perfectos para cerrar los ojos y pensar en qué somos cada uno de nosotros.

4. 2 Rights Make 1 Wrong

Uno de sus temas largos, del tercer disco; Rock Action (2001), que está repleto de temazos y en su día era mi favorito. 2 Rights Make 1 Wrong, es una de esas composiciones cargadas de vitalidad de las que hace gala Mogwai no con mucha frecuencia. No sé, quizás solo yo la veo así, pero esta es una canción que me llena de energía renovada y me hace cargarme de optimismo. Y la verdad es que no me explico muy bien por qué tiene este efecto sobre mí. Son nueve minutos y medio llenos de pasión. Tiene un primer tramo increíble. Seguramente sea ese ritmo de batería tan potente el que me llena tanto, pero es que todo en esa primera parte hace que se te suba la moral. Los instrumentos van subiendo cada vez más hasta llegar a un clímax junto a las trompetas de fondo que se concluye en el momento exacto.

Tras esta primera sección, llega una segunda mitad más calmada y tranquila. Con esos efectos electrónicos que empezaban a matizar en su carrera y esas voces extrañas que tan buen aire fresco le dieron a sus temas. Es una bajada de ritmo progresiva y relajante que te hace sentir liviano. No se dedican a bajar las pulsaciones y cerrar ya la canción, sino que continúan un buen rato, hasta que llegan ecos de voces y se crea un aura mágica ideal para, ahora sí, dar un cierre brillante.

3. I’m Jim Morrison, I’m Dead

Otro de esos temas con un título de lo más curioso, imagino que haciendo referencia al fallecido cantante de The Doors; Jim Morrison, todo un icono en la historia de la música. Esta es la canción que abre su sexto disco de estudio; The Hawk Is Howling (2008). No sé por qué he visto por ahí muchas veces que este es un álbum que a los fans dejó insatisfechos. Y no lo entiendo —en mi opinión, para mí se quedó corto su sucesor, Hardcore Will Never Die, But You Will (2011)—. The Hawk Is Howling es una obra de arte. Es Mogwai en estado puro. Amo este disco, y amo esta canción, la cual me parece bellísima, y una forma inmejorable de abrir el disco.

La base principal de este tema son las guitarras eléctricas, que van creando una atmósfera cargada de chispa, apoyadas por la batería, siempre tan amplia y plena. Empieza con lentitud para subir como solo ellos saben, arriba, arriba, más arriba, hasta alcanzar una emoción que pone los pelos de punta y una melodía de guitarras que hace que quieras tararearla con los labios cerrados. Y aún sigue subiendo, parece que no tiene fin. Hasta que finalmente llega, esta vez casi de golpe, no como en 2 Rights Make 1 Wrong, y las guitarras se van, se apagan, resquebrajando el sonido, muriendo…

2. Hunted By A Freak

Este es uno de los temas que más triste consigue ponerme de Mogwai. También me transmite una soledad y un estado de desasosiego inusual. Pero al mismo tiempo es a veces esperanzador y me conmueve de muchas maneras. El videoclip también ayuda bastante a que sea una experiencia agónica, extraña, y gris. Mi mente siempre me repite que esta debió ser una de las primeras canciones de Mogwai que escuché. Creo que sí. Esta, o quizá Travel Is Dangerous o Friend of the Night (dos temas que bien podrían estar en esta lista) son las primeras canciones que recuerdo escuchar de ellos.

El caso con Hunted By A Freak, de nuevo del disco Happy Songs for Happy People (2003), es esa carga que tienen las guitarras durante toda la canción y la voz, tan trémula y diferente. Las primeras veces ni supe entender que eso que sonaba era una voz humana. Pero sí, es una voz, con efectos, claro. Después del primer estribillo empieza a sonar lo que parece un violín que acompaña la melodía de las guitarras y eso ya termina de desgarrar más aún nuestros corazones. Todo en conjunto forma uno de esos temas tan abstractos y melancólicos, idóneos para oír en días de lluvia, o en días grises, o en días en los que solo quieres desconectar de la vida y te reconforta saber que existe un hueco, por ahí, un hueco de cuatro minutos en el que puedes meterte y huir de todo.

1. Take Me Somewhere Nice

Y llegamos al puesto número uno. La que me parece la mejor canción de Mogwai. Forma parte también del disco Rock Action (2001). Es increíble la de veces que habré escuchado este tema y la de veces que me quedarán. Nunca me cansa. Es sin lugar a dudas una de mis canciones favoritas dentro del mundo del post-rock. Nunca falla. Me transporta enseguida a cualquier lugar apacible y magnífico. Mi mente se evade por completo con esas primeras notas de guitarra. Al poco entra la batería, y más tarde esa especie de violines que te hacen flotar. Y cuando llega la voz, tan susurrante, a veces me gusta seguirla con mis propias cuerdas vocales. Rara es la vez en que no canto alguna parte de esta canción.

La música, con todos esos instrumentos mezclándose a la perfección, se alarga hasta los 7 minutos de manera prodigiosa. Con un pequeño in crescendo que sube de forma paulatina, sin querer ser una explosión. Simplemente parece algo natural. Es la perfección. Y además, creo que tiene el mejor título posible. Ese título que casi podría ser el lema de un género musical sin parangón en la industria; «Llévame a un lugar agradable». Es lo que todo grupo de post-rock debería tener en cuenta a la hora de componer para sus oyentes. Lo que todos queremos que suceda cuando le damos play a una de estas canciones.