La playa está sobrevalorada

Si fuese esta sí estaría valorada.
Si fuese esta sí estaría valorada.

Es julio. Hace calor, el sol siempre está a tope en el cielo y anochece más tarde de las diez de la noche. El verano es el verano. No puedo negarlo. Pero sí puedo negar una afirmación muy predicada en estos tiempos. Y es que la playa… joder, la playa está sobrevalorada. Siempre que llega el verano acabo pensando en esto, y tenéis que perdonadme pero necesito desahogarme de alguna manera.

Sí, no me gusta la playa (lo remarco por si hay algún despistado en la sala. ¿Qué sala, si esto es internet? Bueno, ¿te quieres callar tú y me dejas seguir con mis mierdas? Gracias). No me gusta por variados asuntos que expondré a continuación, pero creo que, sobre todo, no me gusta porque a los demás les gusta. Ya, ya sé que parece un argumento muy hipster. «Ay, tío, paso de ir a la playa, que ahora es muy mainstream». A ver, no digo que sea así. Pero en parte sí lo es. Tampoco me gustan muchas otras cosas que a casi todo el mundo parecen gustar. Siempre voy bastante a contracorriente (Já, já, tiene gracia. ¿Lo pillas? Contra-corriente. Corriente. Corriente en la playa. Por el oleaje y eso… Venga, ya cierro la puerta al salir. ¿Qué puerta? Si esto es internet, gilipollas). El caso es que casi que me causa cierta repulsión que a todos les flipe y que en cuanto hace una pizca de calor, veeenga, todos a la playa. Puaj… qué cansino.

¿Y por qué asuntos no me gusta? Bueno, principalmente; por la gente. Tengo que reconocerlo. Me llevo mal con vosotros. Y tenéis que reconocerlo. A algunos os gusta tocar mucho los huevos. Siempre está el típico grupo de chavales con la pelotita, o el que se lleva media casa con ellos y los ves desde la distancia chirriando los dientes. Después está la arena. Que vale, un poco no está mal. Pero, ¡coño!, que al final acabas hasta las narices. Que si te entra arena en los ojos si hace viento, que si te entra por el bañador, que si luego se te pega con la sal del mar. Es un coñazo (por cierto, a todos esos que me miráis mal cuando reconozco que ya no voy a la playa, os deseo un feliz verano. Os mando un saludo con un helado entre las manos aquí en casa tan ricamente). Espérate que aún hay más.

Rajoy en la playa (el chiste no es mío)
Rajoy en la playa (el chiste no es mío)

Luego tenemos a nuestro amigo el sol. Vamos a ver, que entiendo que el sol nos mantiene con vida y todo eso pero… ¿por qué motivo vais a coceros como cerdos y tiraros cuatro horas cual lagarto sobre la arena? De verdad que no lo entiendo. Y me da igual que sea para ponerse moreno o mierdas de esas. El sol quema. El sol hace sudar. El sol molesta. Aún por encima: «¡Oh! ponte la cremita que si no te vas a pelar». Pues ya ves tú qué gracia. «Uyyy… ¡pero qué pringosa y agradable! ¡Más por favor!». Ojo, el tema agua está bien. Con eso no tengo fallo. Sí, a veces está muy fría, pero te aguantas que para eso has ido. Lo que no me gusta es pararme a pensar que alguien se ha podido mear por ahí. Venga, que es un secreto a voces. Todos los tíos se han meado alguna vez en la maldita playa. «Olé que rico, abre bien la boca». ¡Zasca!

Por último está el terreno. No es que sea un exquisito, pero me molesta bastante que haya montones de piedrecitas que se te clavan en los pies o montones de algas que se te enredan y no te paran de molestar allá a donde vayas. Por no hablar de lo divertido que es buscar aparcamiento si vas en coche o el poco calor que pasas si te desplazas a pie. En serio. ¿Quién sigue pensando que la playa es la panacea del verano? Si es que por mucho que lo sigo mirando hay más desventajas que ventajas. Que sí, que de verdad entiendo a los que os gusta ir… pero podríais rebajar un poco esa actitud de «soy el tío más jodidamente feliz que ha pisado la Tierra porque me encuentro en la playa». Si estás leyendo esto y nunca has pisado una playa o no has vivido cerca de ellas, tranquilo, ya te he resumido yo la experiencia. La playa… joder, la playa está sobrevalorada.

2 comentarios en “La playa está sobrevalorada

  1. Jajajajaja… Me ha gustado mucho esta entrada. Un poco exagerado, quizá, pero muy divertido. Yo adoro la playa. No obstante, en verano huyo bastante de ella o voy más a sitios resguardados (el sol es muy dañino en esta época) y la disfruto mucho más en primavera y otoño (cuando apenas hay turistas y te puedes bañar sin temer dejar la ropa en la orilla y aún hace buena temperatura). Siempre hay alguna playa medio escondida que no siempre está saturada de gente y se puede uno bañar allí y tumbarse a leer sin más ruido que el de las olas. Pero sí que es un poco difícil en verano si no se conoce muy bien la zona. Bueno, no me enrollo más. Yo tengo amigos a los que tampoco les gusta mucho la playa, la arena 🙂 ¡Eso sí, estar en el mar es una de las mejores sensaciones que hay! Gracias. Un saludo.

    • Gracias a ti, rachael. Sí, el tono de la entrada es exagerado. Me gusta hacer crítica de algo pero con un poco de humor ácido. Así se rebaja la seriedad y la gente no se lo toma muy a pecho, jajaja. Hay una cosa que no he añadido y sí que es cierta, y es que el sonido de las olas en la playa es algo que me encanta. Es muy relajante (casi tanto como la lluvia cayendo). Y sí, seguramente si no hay nadie alrededor y el sol no quema mucho, sea un lugar magnífico, pero en verano a mí me agobia mucho.
      Un saludo 😉

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